lunes, 31 de agosto de 2009

¡¡¡Capitán!!! ¡¡Tormenta de Lauras a estribor!!

...

- ¿Y cuando pasó eso?

Sostuvo con fuerza el teléfono contra el oído. Las noticias no eran lo que esperaba.

- Entiendo... yo... en un rato voy para allá.

Desencajado, puso el teléfono frente a el, y observándolo detenidamente, en un movimiento cansino, cortó la comunicación.

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Cerró los ojos y dejó que el agua de la ducha le cayera en la cara. No lo podía creer.

¡Pero si había estado con Laura el domingo!

Y ahora, la había perdido. Laura no iba a volver. Lo sabía, pero no quería aceptarlo.

Cuando llegó a la puerta, dudó un rato largo. Quería retrasar el momento mientras fuera posible.


Cuando la puerta se abrió, pudo sentir la presencia de Laura en la sala. Sin embargo, decidió que lo mas lógico era evitar comentarlo.

- Elvira, yo... no se que decir.
- No hay nada que decir hijo... pasá.

Sergio se acomodó en un sillón. Miraba de reojo a la gente reunida en el lugar. Algunos sonreían. A Sergio aquella noche, le parecía imposible una mueca cualquiera, que no fuera la inexpresión.

Elvira volvió con una caja que tenía una etiqueta enorme, escrita a mano, con la letra de Laura. Decía "Para Sergio".

- Esto lo dejó para vos querido.


Sergio recibió la caja en su regazo, las manos a los costados. No atinó siquiera a mirar dentro. Se incorporó, y se dirigió rumbo a la puerta.

- No quiero hacer mas largo el momento Elvira... usted disculpeme.
- ¿Pero no queres verla?
- No, prefiero recordarla como era cuando me quería.
- Te entiendo... igual por esto, no dejes de venir, ¿si?
- Seguro... - mintió Sergio.


Cuando llegó a su casa, bajó la caja al suelo y apagó las luces. Tanteando muebles y paredes, se acostó, sin intenciones de levantarse durante días.

Nunca había sido muy valiente. Y menos ahora.

viernes, 28 de agosto de 2009

El amor real y el amor de telenovela

Esta es una historia verdadera. Y los nombres son reales.

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Tuve dos abuelas.

Mi abuela Rosa, por parte de mamá, que perdió a su esposo, mi abuelo Pepe, allá por principios de los 50's. Mi abuela Rosa era además mi madrina. Una mujer extremadamente paciente y dulce. Mi abuela Selva, por parte de papá, sufrió el "abandono" de hogar de su marido. La abuela Selva no era fácil... no. Estaba hecha de pólvora. Las abuelas eran las antítesis. Mientras con una nos pasábamos las tardes viendo dibujitos, o paseando por la tranquila avenida principal de Santos Lugares, la otra, nos llevaba de las orejas a la agronomía, a pasear en tren, a caminar por Avenida Triunvirato o por Chacarita, o nos llevaba a jugar, o a tomar helados a la noche, y también nos ponía a laburar... ¡que tanto!.

La abuela Selva volvió a formar pareja, con un señor llamado Hector. Hector fue mi único abuelo.

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Un abuelo como pocos el Hector Santiago...

Uno llamaba a la casa de la abuela Rosa, y siempre atendía alguien.

Uno llamaba a lo de los abuelos, y era raro que recibiera una respuesta. Solían llamar desde localidades remotas, para avisarnos que no estaban en casa, que se habían subido a un micro y habían rajado con un grupo de jubilados.

Desde que tengo memoria, mi abuelo Hector siempre estuvo junto a la abuela Selva.

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Claudia es una hermosa mujer. Digamos que me lleva cierta ventaja en la edad (cuando yo nací ella estaba terminando la escuela primaria).

Con Claudia surgió una relación corta e intensa. No terminó muy bien la cosa. Pero tampoco muy mal. Ella trabajaba en la misma empresa, y hasta en el mismo piso que yo.

Cuando avisé que no iba a ir a trabajar porque mi abuela Selva había fallecido, fue de las primeras en enterarse.

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Cuando iba a la casa de Stella, allá por los noventa y algo, nos quedabamos horas conversando en la puerta. La relación era extraña. No eramos amigos, y sin embargo, no eramos otra cosa tampoco.

Un día se dio esta conversación:

- Nadie muere de amor... el amor verdadero no se si existe.
- Si que existe - dijo ella - y sí se puede morir de amor.
- No lo creo...
- Cuando mi abuelo se murió, a la semana, murió mi abuela.
- Coincidencia...
- Murió porque no podía concebir la vida sin el...

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En Av. Juan B Justo y Cucha Cucha estaba la sala velatoria. En un primer piso. Vino poca gente, hay que reconocerlo, pero entre esos pocos que se acercaron, estaba Claudia.

Claudia se pegó inmediatamente a mi abuelo Hector. Mi abuelo Hector no le soltaba la mano. Ella me miraba cada tanto y me sonreía. Estaba fascinada con ese hombre. Hablaron durante horas.

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- ¡Que hermosa persona que es tu abuelo!
- Si... es un hombre maravilloso.
- ¿Sabes que me dijo?
- No...
- Me dijo "el amor de la vida existe... es real... busquelo. A mi se me acaba de ir"
- ¿Mi abuelo?
- TU abuelo...

Me lo dijo con una sonrisa mientras yo me quedaba sin palabras. Nunca había hablado de amor, o de pareja siquiera. Y le había reconocido a Claudia, que amaba ciegamente a mi abuela Selva.

A la semana, estábamos velando al abuelo Hector su hija y nieta, mis hermanos, mi vieja, y Claudia.

Nadie lo podía entender.

Excepto claro, Claudia y yo.

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Entonces, me acordé en el silencio de la noche, lo que Stella me había vaticinado mas de 10 años atrás.

jueves, 27 de agosto de 2009

Sabrán disculpar...

... Pero voy a hacer una pregunta pelotuda:


¿QUE PASO CON LA GRIPE A?


Porque ya no se habla casi nada... nadie se enferma... no se ven barbijos... sobra el alcohol en gel y el Tamiflú ya no es inconseguible. Además, hoy vi una noticia que me pareció idiota, conformista y tendenciosa.

Brasil tiene mas muertos que Argentina por gripe A.

Eso, y decir que mi tío tiene los bigotes mas grandes que los del tuyo... es casi lo mismo.

Ahora otra vez volvió a aparecer el OFF en las góndolas y por supuesto, con aumentos increíbles, asi como la tela mosquitera, las palmetas y los espirales.


Aquella campaña del terror de "señora, si su pibe no toma danonino quedará como el enano polvorita" me parece ahora una broma inocente al lado del ciclo de terror mundial, que se ha asegurado de cubrir las ventas tanto de verano como de invierno.



¿Es real entonces la libertad e independencia que festejaríamos todos en el bicentenario?
¿Hasta que punto somos realmente libres?


"¿Te parece que me faltan nutrientes?" dice una campaña de leche para bebés fortificada con pityrosporum ovale, patimonium, ukeleles a pila y lactobacillus GG...


No nene... lo que me parece que te anda faltando, es ser verdaderamente libre.

miércoles, 26 de agosto de 2009

El rectificador - Introduccion

Cuando se dio cuenta de lo que realmente había sucedido, reaccionó como lo haría cualquier otro. Simplemente, negó toda posibilidad antes de creer que fuera cierto.

Aquella cajita extraña, de un material similar al cristal de roca, cayó de su mano pesadamente, directo al barro del humedal.

Miró a su alrededor. Y por mas que lo intentó, no pudo hallar una referencia conocida.

- Pero... si el sol está allá...

La orientación no había variado ni un solo grado, y sin embargo, estaba en un lugar absolutamente desconocido. De pronto, otra vez el sonido de un gigantesco arco eléctrico, y el olor del aire cargado de ozono. Y el humedal había desaparecido. En su lugar, unas baldosas viejas y rotas cubrían la olvidada tierra que sostenía a aquella ciudad.

Levantó la silenciosa cajita, y la observó en detalle. La superficie perfectamente lisa no presentaba variaciones. Era liviana, perfecta, y transparente, a excepción de uno de sus lados, que presentaba cuatro puntos en relieve, casi imperceptibles.


Accidentalmente había rozado uno de esos puntos, y el extraño dispositivo había tomado el color del oro y había generado un campo electromagnético tan intenso que lo había inmovilizado. Y entonces había aparecido en aquel paraje extraño por unos segundos.

- No... no puede ser verdad esto...

El abuelo Hector había trabajado por años en excavaciones arqueológicas alrededor del mundo. Había visto maravillas, tesoros invaluables, culturas incomprensibles y todo tipo de curiosidades. Pero, lo único que alguna vez había traído de sus numerosas expediciones, había sido aquella cajita. Lo que mejor recordaba de su abuelo, eran aquellas increíbles historias acerca de civilizaciones desaparecidas y epopeyas del pasado.

No habían tenido conocimiento en la familia de aquella caja extraña, hasta que el abuelo Hector murió. Estaba escondida en un baúl, adentro de su caótico taller. Por supuesto, nadie supo que era aquella cosa. Por supuesto, a nadie le interesó y por ende, fue regalada al mas chiquito de la familia en aquel entonces.

La cajita estuvo esperando durante muchos años, dentro de un canasto, entre peluches sucios y partes de los juguetes rotos.



Volvió a rozar aquel punto en la base, y nuevamente, el oro, el chasquido, el ozono. Esta vez, caminó en dirección hacia donde recordaba que estaba la avenida. Contó los pasos hasta cien, y se detuvo a esperar.

Cuando regresó, no estaba ya en la plaza. Estaba parado en el medio del departamento del encargado del edificio de la esquina. La sorpresa de la familia reunida en el comedor, no fue precisamente agradable. hubo gritos, estupor, corridas.

Fabio corrió a la puerta, y ganó la calle a través del pasillo y a través también de los vidrios de la puerta del edificio.



Y por su mente, pasaron dos ideas:

Una, aprender a controlar aquel artefacto que había heredado de su abuelo.

La otra, hacer una lista de todos aquellos hechos históricos que siempre había querido cambiar.

jueves, 20 de agosto de 2009

MOEBIUS II - La playa loca

Esto viene de acaaaaa...
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Acabo de ver la película completa. Mas allá de las actuaciones un poco rígidas, claro, hay un momento realmente muy bien logrado.
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Empieza desde que el flaco se sube al tren desaparecido, y termina en los títulos y menciones. El punto culminante, el mas alto, artísticamente hablando, de la película es cuando viajan a la velocidad del pensamiento, acompañado por la explicación del profesor, y aparece un primer plano del ojo de Angelelli. En ese momento, y acompañando en tiempo real al protagonista, entiende absolutamente todo.

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Es el orgasmo de la historia. La fotografía, iluminación, dirección de camara, sonido... todo, absolutamente todo, es impecable en ese instante. Casi podría asegurar, que vale la pena mirarla solo por ese instante.

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La película está basada en una muy buena historia, está realizada por tipos con muchísima capacidad, pero el director realmente se mostró poco pretencioso. Teniendo a Carnaghi, Santoro, Di Biase, Petraglia y otros tantos... se conformó con diálogos neutros y actuaciones regulares. Podría haber exigido mucho mas, pero creo que, tal como me pasaría a mi, pensó "¿como puedo exigirles YO a ESTOS MOSTROS?".

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En entender eso, mi querido director, está la cuestión. Ahi reside la diferencia entre hacer un buen trabajo, y sobresalir. Fijese el caso de un don nadie, como era Robert Rodriguez cuando hizo "El Mariachi". Tambien tiene dialogos y actuaciones medio flojas, pero tenía ideas nuevas. Así como usted. Y tal vez, el mismo presupuesto.

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Ahi lo tiene ahora, los actores mejor pagos, se matan por trabajar con el, y hasta lo hacen gratis.

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Volviendo a Moebius... Hay muy buenos actores en el reparto, material excelente... Si hubiera tenido diálogos un poco mas naturales, y un guión bien pulido, hubiera sido lejos, una de las mejores películas en la historia del cine nacional.

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Lejos. Pero, lejos lejos. Hablamos de muchisimos años luz de distancia.
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Igual, lo mas meritorio es que Moebius fue hecha a pulmón, por gente con muchas ganas, bien ambientada, bien encarada, y ajustándose bastante a la historia original. Claro que esta, estaba orientada a que los trenes desaparecían por accidente, y la película le encontró el giro perfecto al asunto. Ahora, hay un factor impredecible que hace desaparecer las formaciones. Pero el factor es humano.
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Por eso, porque me gustó mucho, porque hace pensar al come pochoclos, porque el sonido es muy bueno, y porque hizo 88 minutos se me pasaran como si hubieran sido 10... Moebius de Gustavo Mosquera se lleva la nada despreciable puntuación de 8 Fellinos.
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Si les gusta el cine de ficción, veanlá... es una imprescindible. No se van a arrepentir.


Ahora, si les gusta como actúa George Clooney... bueno, mejor alquilensé "La gran estafa".
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Salud!

UPDATE: para bajar con la mula bionica desde mi videoteca...

miércoles, 19 de agosto de 2009

Humor de miercoles

- ayer le pedi a mi esposa que me hiciera mimos...
- Aha... ¿y?
- Me hizo la puerta de vidrio, la soga, la escalera...

martes, 18 de agosto de 2009

Moebius (1996)

Antes de empezar a relatar esto, son imprescindibles unas referencias sobre el tema, para aquellos que no tienen ni idea de que hablamos cuando decimos "Moebius".


Augusto Möbius (pronunciese "moebies" o "moebius") fué un matemático alemán, así como acá está lleno de matemáticos y matemaníacos, en Alemania habia tambien unos cuantos. Pero este estaba aburrido y un día, mientras tomaba mate cocido en la sillita petisa en la puerta, y comía unos strudels que le habían traido de la panadería "la cordobesa" (no, nosotros tenemos "la vienesa", ¿porque ellos no iban a tener tambien alguna referencia a estos pagos?).
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Bueh, comía Augusto los strudels, y como estaba aburridazo porque no pasaban minas, agarró la tira de carton, esa que le ponen a la bandeja para que no se peguen los merengues al papel.


Augusto estaba tan al Gauss, que hizo esto:




Para verlo mas claro... esto.



Augusto descubrió un cuerpo tridimensional, con una unica cara. Es decir que si uno circulara por su superficie, podria estar de ambos lados de la cinta, o en ninguno. A esto se le llamó "Cinta de Moebius" o tambien, como se decía en Alemania de aquellos años, "la tira de carton que viene con los strudels de la cordobesa que la das vuelta de un lado y la pegas con la escoch y te queda asi, ¡mirá que loco mirá!"

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Bueno, resulta que un chango llamado Armin Joseph Deutsch, que era astronomo y escritor de ciencia ficcion, escribió un cuento corto, asi como los que ustedes acostumbran a leer acá en este humilde blog... pero este estaba mejor escrito.
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El cuento se llama "Subway Named Möbius". Lo pueden bajar de aca en castellano.
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Deutsch, conocido mas por el concepto de la tomografía doppler, desenvainó su cerebro y su remington, y escribió la historia de un tren subterraneo, que simplemente desaparecía en la gigantesca red de tuneles en la ciudad de Boston.

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Aha... ¿y la aneda?
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El sábado a la noche estaba yo en la cama, pasando canales casi sin mirar. Es una práctica que llevo a cabo cuando tengo sueño pero me niego a dormir.
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Es inevitable que cuando hago esto y paso por el canal "Volver" haga un rápido doble click, a menos que esten pasando algo cultural, como por ejemplo "rompeportones". Por cierto les recomiendo el canal los domingos a media mañana, cuando pasan los ultimos programas de Juan Carlos Altavista.
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El asunto es que a la noche paso por "volver", y lo veo a Roberto Carnaghi, hablando con un tipo, acerca de un tren subterraneo perdido. Fué inevitable. Me quedé por dos motivos: Carnaghi, y la idea de un tren fantasma.
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Las actuaciones de los personajes podrían haberse mejorado bastante, pero la trama en sí estaba mas que atrapante. Claro... hasta que caí irremediablemente dormido, en total oposicion a mi voluntad de terminar de verla.
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A la mañana siguiente, voy a la Internet Movie Database, y me encuentro con que la pelicula se llama Moebius. Fue hecha en el 96, basada en el cuento de Deutsch, adaptada a la capital federal.

La pelicula fue lanzada por la universidad del cine.
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Si buscan "Moebius 1996" en cualquier buscador, salen paginas en muchisimos idiomas, sobre todo en aleman, acerca de la realizacion argentina. Aparentemente fué la primera adaptacion al cine del cuento de Deutsch (¡la hicimo nosotro primerossss papá!), seguida por una remake extranjera llamada "Moebius 17" de pésimas calificaciones.
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Moebius 17. Segun la IMDB es un garrón imposible de digerir.
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Por lo que anduve investigando, la película tiene una trama magnífica, y solo hay que bancarse las actuaciones un poco insípidas de casi todos los que acompañan a Carnaghi.
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¡Run Forest! (Hoy sería ¡Run Estación Malabia!)
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Lo poco que vi dice así.
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La red de subterraneos de la ciudad de Buenos Aires se amplió en demasiadas lineas, demasiados ramales, interconectados entre si por uno llamado "el perimetral" que dibuja a la perfeccion la calavera de la Av General Paz.
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En la película, se puede llegar en subterráneo a lugares como por ejemplo "Dock Sud".
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Esa ampliación ha generado una serie de combinaciones y posibilidades tendientes a infinito creando ademas un campo electromagnetico y bla bla bla.

Un tren se perdió, es el numero 86, y nadie lo ha visto, pero en los reportes de consumo de energía de la red se puede deducir que aún esta circulando. Para este tren, el espacio y el tiempo es totalmente relativo. Pasa y nadie lo ve, las señales enloquecen al mismo tiempo y ritmo que los responsables de la red de subterraneos.
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Las autoridades de la ciudad están preocupadas por las 30 personas arriba de ese tren que circula, que todos oyen, pero que nadie puede ver ni localizar.
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El ingeniero responsable no se si está de vacaciones o que, la cuestion que mandan al lugar a un muchachin, llamado Daniel Pratt, que debe buscar los planos de la red y llevarselos al director. Ahi empieza la busqueda, hasta que finalmente derrotado, Daniel Pratt se sienta a esperar en una estacion, y sube al tren que llega. Precisamente, es el mismo tren 86.
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Creo que habla con el conductor mientras viajan a la velocidad del pensamiento, pero no se si lo soñe o era parte de la película...
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Eso es lo último que recuerdo... Ahi me quedé dormido.
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Ya la estoy bajando para poder verla completa entre hoy y mañana. Les recomiendo tambien verla cuando puedan... pero por sobre todo:

¡¡¡Recomiendo NO CONTARME NADA HASTA ENTONCES!!!

viernes, 14 de agosto de 2009

Una antigüedad Moderna

06:18 AM

Los vecinos se despertaron con el chirrido de unos neumáticos, seguidos casi al instante por el inconfundible “PUFFFF!!!! KISHHHHH!!!! Clin!!! clin!!!....”



En la esquina de Boluffo y Kazkjaburkistán, en el céntrico barrio de la ciudad de Lorenzo Lamas, no era improbable que los autos se besaran en las mejillas cada tanto.

El gato movió la palanca al volante del Valiant III hasta el punto muerto. Se bajó parsimoniosamente. La mona, en cambio, manejaba un Dodge Polara automático. Cuando apareció su pierna entallada en las medias de red, rematadas por un delicado zapato taco aguja, el gato comenzó a caminar más lento. Lo caliente no quita lo caballero.

La mona, estaba vestida pal crimen. El gato en cambio, había salido a buscar el pan, pero no cualquier pan, no. Tenía que ir a la panadería “Le Bambole”. Ahí los miñoncitos eran más frescos según decían los vecinos. La mona volvía de un happening en Recoleta.

Al verla, el gato se indignó.

- Pero esta… mira vos… ¡choqué el valians recién lavado caracho!

La mona en cambio sonrió sarcásticamente.

- Miralo a este carcamán… con la bolsita para el pan hecha de sachet de leche… que pánfilo



Luego de la lenta inspección de los rodados, la confrontación fue inminente. Se cuidaron todos los aspectos de cortesía. Eso fue durante dos segundos, hasta que la mona habló.



- ¡Zoquete!
- ¡Pelafustana!
- ¡¡Vos tenes que ceder el paso!! ¡¡tirifilo comprapan!!
- Pero mire lo que me dice… ¡arcaica!
- ¡A mi no me insulte paparulo!
- ¡Oiga! ¿Quien venía papando moscas?
- Pero mire que usted es tiquismiquis eh!
- ¿Perdón?
- Es un melindroso
- ¡Usted me chocó el auto!
- Vamos hombre… por semejante cachila no va a hacer un escándalo
- ¡Pero oiga! ¡Este auto es una antigüedad!
- ¡Como usted! ¡Zopenco! ¡Yo venía por la derecha!
- A mi no me diga Zopenco, que acá va a haber tole-tole eh!
- ¡No me amenace, porque se arma la trifulca!
- ¿Trifulca?... ¡usted debiera buscarse una querida antes de andar haciéndose el cocorito!
- ¡No se haga la fur fui, que llamo a la policía y chau pinela!
- Escúcheme mequetrefe, acá el choquero es usted, así que no se haga el compadrón
- ¡Pero mire que he escuchado barbaridades, pero usted es la reina de los botarates!
- ¡Y usted es un tunante! ¿tanto espamento por un foquito?
- Oiga, usted viene manejando con una esbornia que da calambre…
- ¡Cállese mequetrefe! ¡O le doy vuelta la cara de un schiafo!

En el fragor de la discusión, a ambos les pareció ver que la gente se estaba agrupando alrededor. Cara a cara, la mona y el gato dejaron de gesticular y gritarse, y lentamente giraron las cabezas, hacia donde estaba reunido todo el vecindario.



Ante la cara de asombro de los chocados, la carcajada de todos los vecinos terminó de arrancar de la cama a los últimos remolones del barrio.


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- Tranqui gato - dijo la mona - ...tengo seguro.

Post compuesto basado en una idea, por culpa de la Mona Loca, quien colaboró amablemente en la misma.

martes, 11 de agosto de 2009

Lotería

Se despertó el instante previo al trueno, erizada la piel, oliendo el ozono, los ojos ciegos, en la negrura de su habitación.

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- Ma... tenemos miedo - dijeron los hermanitos temblando.
- Vayan a su cama - ordeno tibiamente
- Dejalos Bety... dejalos que duerman con nosotros hoy.

Se acomodaron entre papá y mamá, calentitos, protegidos de cualquier peligro posible. Papá y mamá los abrazaban a el, a la hermanita, y a los ositos y autitos que habían venido con ellos.

- ¿Y esos autitos? - dijo papá encendiendo el velador
- No los quise dejar solos
- Ah... eso está muy bien gatito... salvaste lo que mas queres - dijo papá besándolo en la cabeza.
- Yo tdaje a mi ozito Teddy - dijo Caro
- Papá está orgulloso de sus amores - dijo mamá apagando la luz. -... y mamá también.

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Papá hacía tiempo que no estaba mas con ellos. Mamá, había partido un tiempo después, sin explicaciones. Cuando Carolina se casó, simplemente, mamá dejó de pelearla para salir adelante. Recordaba aquellos días como su hubieran sido ayer.

Con la garganta cerrada, se dió vuelta buscando la mesita, y el velador en ella. Cuando volvió a acostarse boca arriba, sintió algo extraño entre su espalda y el colchón.

- Pero que...

El autito de Federico había obedecido a la leve caída que se había formado en el colchón, cuando se movio para encender la luz.

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Cuando soltó la llave de bakelita negra, escuchó la voz de Bety

- ¿Estas bien Hector? - dijo sin mirarlo
- Si Be... me va a costar un poco dormir de nuevo
- Tratá... mañana tenemos que salir temprano.
- Estaba pensando en ellos... en como serán cuando sean grandes.
- Ya lo vas a saber. Un día vas a mirarlos y vas a decir "ya son grandes".

Hector se arropó bien con las sabanas y frazadas, y estirando el brazo apagó la luz.

- Espero que sean chicos buenos - lanzó a la oscuridad
- Ya lo son. Dormí tranquilo.

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- ¿Estas bien Gastón?
- Si... me desperté sobresaltado
- ¿Por?
- Recuerdos de tormentas.
- ¿Tenes miedo?
- No... ya no... mirá lo que tenemos acá, entre nosotros. ¿Miedo?, no... no.
- Son hermosos... mirá como duermen.
- ¿Son buenos Cami?
- Son maravillosos Gaston... ¿estas bien vos?
- Si. Ya vengo.

Se levantó y buscó el teléfono inalámbrico.

- ¿Caro? - dijo en un susurro
- Si Gasti... ¿pasó algo?
- No puedo dormir...
- ¿La lluvia?
- El trueno...
- Y papá y mamá...
- Si... yo me acordé de lo mismo...
- ¿Los chicos?¿en tu cama?
- Si... ¿los tuyos?
- Estuvieron un rato. El papá los sacó vendiendo escobas.

Gastón pensó que hubiera sido de el si lo hubieran mandado de vuelta a su habitación

- Bueno, me voy a acostar - dijo a Carolina
- Gas... todavía tengo a Teddy...
- Debe estar todo...
- En la cama
- Ah... que loco... yo tengo el autito de Fede en la cama...
- ¿Es la fecha?
- No se Caru... no me acuerdo que día fue


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Cuando se durmieron todos, Hector se levantó a buscar agua en la cocina. Cuando estaba bebiendo frente a la luz de la heladera, sintió un grito rasgando la noche, no muy lejos de su casa.

A la mañana siguiente todos se iban a enterar, que el rayo no había caído muy lejos, y que había matado al señor Villar, el radioaficionado que vivía en la otra cuadra. Estaba descalzo frente a la heladera, agarrando la manija, en el preciso momento en que el rayo buscó la parte mas alta del barrio: la antena de don Villar. Recorrió toda la instalación eléctrica hasta llegar al chasis de la heladera. En el mismo instante, el estaba haciendo exactamente lo mismo. Hector podría haber sido tranquilamente la víctima de aquel rayo.

Su vida había cambiado desde ese instante.

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Gastón reaccionó al instante. Corrió a buscar las pantuflas y un abrigo, salió de la casa, y arrancó el cable que conectaba los equipos de radio con la antena inmensa que había hecho instalar con dos descargas a tierra, por las dudas.

Cuando entró a la casa nuevamente, fue a buscar una taza para prepararse algo caliente para tomar. Habían quedado de lavar la noche anterior.

Cuando tomó la vieja canilla de la casa para abrirla, sintió otra vez el ozono y la luz azul.


Y el silencio.

viernes, 7 de agosto de 2009

El sepulturero

Ayer otra vez me tocó la tristisima tarea de sepultar a un ser querido. Esta vez, fue Sasha, la siberiana que vivió conmigo los últimos 7 años.

No hubo discursos, no hubo lágrimas.

Sashita murió mientras dormía, después de pasar una noche de frío tirados los dos en el piso de la cochera de casa. Claro, eso vos no lo sabes. Tenía que acariciarla y calmarla cada vez que un ataque venía en camino, para que no aullara de dolor. Por eso ni te enteraste. A mi me tocó ver como las pupilas en esos inmensos ojos azules perdían el control y se agrandaban y achicaban de forma aleatoria mientras el cuerpo se le arqueaba... venía un ataque... y yo ya había aprendido a predecirlos. La tenía que dormir rascandole atrás de la oreja, que tanto le gustaba y la calmaba. Así pudo pasar por sus ultimos ataques, que se hacían mucho mas cortos y menos dolorosos. No Sassy, tampoco sabías eso.

Hay muchas cosas que no sabés. ¡Hay tanto dolor que te evitaste sin saberlo!.

Siempre, a los hombres, nos tocan ese tipo de tareas. Las mas dolorosas. Porque, para eso somos (en teoría) hombres.

Mi viejo una vez me dijo: "Siempre nos van a reprochar que no tendemos la cama, que no lavamos los platos, que no hacemos tal o cual cosa. Pero siempre vamos a ser los que tengamos que ir a reconocer a un hijo muerto a la morgue, siempre somos los que ayudamos a llevar el cajón, los que enterramos, los que van a recibir las peores marcas psicológicas. Esa es nuestra tarea en esta vida, hijo. Proteger a la mujer de esos momentos."

Siempre me toca a mi, enterrar a los amigos que se van. Siempre me toca a mi cargar los cuerpos fríos, pesados, muertos. Siempre me toca tirarme en la tierra para acomodarlos, cubrirles el rostro, cerrar el pozo. Regar con lágrimas silenciosas la tierra removida. Y actuar como si nada hubiera pasado.

A mi me tocaron los peores recuerdos, siempre. Recuerdos que suelen aparecer a la noche a romperme las pelotas y no dejarme dormir. Doy vueltas por la casa oscura, recordando por ejemplo, el día en que tuve que bajar por la escalera a mi viejo, con mi hermano y los de la funeraria, envuelto en una sabana. La sabana se rajó por el peso y tuve que atajarlo desde abajo. A mi viejo, a mi gran amigo, muerto.

Y tenía razón. A nosotros nos tocan las marcas emocionales mas fuertes. Ir a levantar a un amigo que se mató en un accidente en la ruta, y levantarlo en cuotas. Mientras ellas lloran en casa o en el auto, bien lejos del asunto.

Y está bien que así sea. Después de todo, creo que estamos mejor preparados para eso, dada la tendencia a que todo lo simplificamos y lo elaboramos como un "y bueno, así es la vida". Pero duele igual. Aunque nos vean como unos insensibles. No lloramos en el momento, pero lo llevamos por el resto de nuestras vidas como una cruz.

Acordate, la próxima vez que me vengas a romper las pelotas porque no lavé un puto plato. Recordá que estoy en el banco, esperando a entrar a jugar cuando el partido se te haga imposible y te transformes en una bolita lacrimógena oculta en un rincón.