Turbante noche, sigo despierto y sé, que el diablo frecuenta soledades.
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Y cuento verdades, como mentiras, la culpa es de nadie, solo mía.
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Y cuento verdades, como mentiras, la culpa es de nadie, solo mía.
(Gustavo cerati - "Verbo Carne" del album Bocanada - 1999)
Las noches son abiertas. La noche llama tanto a gatos, como a perros, a salir de ronda. Noches de ronda, de hurgar en la basura, del sexo sin reparar en las consecuencias, de vagabundear.
Y el diablo frecuenta esas mismas calles. Y nos guia en una excursion que se renueva cada noche, aunque el escenario sea el mismo. Los perros prefieren las emociones simples. Las actitudes despreocupadas y a la vez leales. Los gatos prefieren la furtividad, la despreocupacion y el hedonismo. Los perros callan cuando tienen sexo, los gatos aullan como si los estuvieran degollando (y eso tiene una razon fisica).
Gatos y perros, prefieren la noche. Aunque sean tan distintos, la impunidad de las penumbras los une, abriendo asi un abanico de posibles fechorias.
Los gatos. Mis compañeros de juerga.
4 comentarios:
Y yo también prefiero la noche para el hedonismo.
La noche es la combinacion perfecta. Magia, impunidad, y adrenalina.
¡Y despues me vienen con que hay que tomar actimel!
Gato....que habrás hecho por las noches...(que no habrás hecho???!!!!)
Mmmm...
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