Lentamente abrió los ojos, y se le inundaron de oscuridad. Sintió un recuerdo vago, como de un terror que ya había vivido alguna vez. Aquel terror de infancia, que lo hacia ver rostros diabólicos en el yeso de la pared.
De pronto recordó aquello que lo aterrorizaba hoy.
Habían pasado ya ocho días desde el secuestro, en el estacionamiento del supermercado mas grande de la ciudad. Ocho días de no ver a su familia, de la incertidumbre cruel de no saber si volvería a abrazar a su hija Florencia, a oler su pelo cuando ella duerme, a abrazar a su esposa, o pelearse en silencio en la cama mientras el aire escupido por el ventilador los acariciaba, oficiando de mediador desesperado.
Intentó concentrarse, pensar en positivo, soñando con un rescate, una oportunidad de escape, un milagro tal vez.
Se dió vuelta en el piso, sintió adolorida la espalda, los brazos, el cuello. Al hacerlo, tumbó involuntariamente una botella de agua que le habían dejado. Segundos después se abrió la puerta y entró un encapuchado
- Dale boludo, tirá el agua, así te nos morís deshidratado!
- Perdón... yo...
- Vos rezá para que tu mujer pague... el agua te la traigo yo en un rato.
Se dió vuelta y dejó la habitación a oscuras, tal como antes.
- Se preocupan por mí - pensó - eso quiere decir que no van a matarme...
No lo sabía. No podía asegurarlo. Y empezaba a descreer en esa seguridad.
Cerró los ojos, y en un instante, estuvo con la nariz enterrada en una parva de rulos negros, sobre la cabecita dormida de Florencia.
7 comentarios:
Me imagino en esa situacion y la sola posibilidad de no poder ver a mi familia me desespera, la vida en esos momentos no me interesaria tanto, creo que volviendo al ultimo post de mi blog, pensaria en todo lo que no hice y pude al menos haber intentado.
Me dejaste con la respiracion contenida guacho!
En pocas oraciones expresas la sensación agobiante que te debe llenar en ese momento, muy bueno :)
buenisimo, pensar lo que se debe sentir en esa situacion en ese momento, y la cantidad de cosas que alli uno debe empezar a ver, a apreciar, que tal vez antes nisiquiera habia tenido en cuenta..muy bueno besos
Ay Gatito, que feio. Es una situación inenarrable, y sin embargo vos lo lograste en pocos renglones.
besos
La manera en que a veces nos traiciona la mente es fascinante!!
Hasta imagino esa sensaciòn de asfixia... :(
P.D.:Yo suelo tener muy seguido la recurrente pesadilla de caer en un pozo oscuro oscuro en el que nunca llego a aterrizar (digamos,no?),y pienso que algo en mi realidad està latente,esperando para hacerme aterrizar de un golpazo!!
BESOS (in)CONSCIENTES
Flaco: Yo creo que la verdadera muerte es tener que aceptar que nunca mas vas a ver a tus afectos.
HolaXChau: Esto es la introduccion. Se vienen momentos mas intensos.
Tefii: Creo que en esos momentos es donde realmente nos damos cuenta lo cerca que tenemos la muerte, y la vida. Y aprendemos a disfrutar lo que tenemos (que siempre suele ser mucho)
Arle: Si, es una situacion tremenda. Espero poder redactarla como ustedes merecen.
Gabu: A tu pesadilla yo la vivi. Cai en un pozo en Bariloche. Fue la caida mas larga de mi vida. Y el hecho de no saber si alguna vez va a terminar, es asfixiante. Pero, como ya la vivi, ya no le temo. Pasame tu pesadilla, que yo te la amanso.
¡Quehijodeputa! no me podés escribir eso. Yo estoy repodrido de vivir en esta ciudad de mierda. Día por medio me cuestiono si vale la pena y qué podría hacer para irme a vivir a otro lado. Ahora que nació el segundo, el índice de mi inseguridad creció un 200%. Encima acá son como un lunar. Cada vez que se acerca alguien (especialmente si es un policía) y los saluda "hola güerito", se me ponen los pelos de la nuca de punta.
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