martes, 17 de marzo de 2009

La luna en la bandera - Tercer parte

La descarga de los frenos de aire lo despertaron bruscamente.

- ¡Agadir! - gritó el conductor.



La tarde caía, y a través de la ventanilla pudo verlo a su viejo amigo Dan, el único alemán en el universo que contaba buenos chistes, y que además, se reía con ganas. Sonrió, al recordar la ultima vez que lo vió. Dan lo reconoció entre los pasajeros. Sus dientes blancos y sus lentes se distinguieron entre los demás en la terminal.
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- ¡Amigo viejo! - dijo Dan, fingiendo dificultades con el idioma.
- ¡La desgracia parece no tener final! - rió Claudio
- Disculpa mi la dificultad con la idioma...
- Dan... hablás mejor que yo el español... maldito cerdo alemán...


Se abrazaron largamente. Dan también era el único alemán capaz de abrazar sin sentirse avergonzado, quizás por el entorno en que vivía desde hacia doce años, quizás por mezclarse con gente de todo el mundo, con distintos conceptos de amistad o afecto.

Tomó los bolsos de Claudio, y caminaron hacia el estacionamiento.

- ¿Como pudiste ser inconsciente de volver aquí?
- Necesito cumplir un sueño. Un viejo y postergado sueño.
- ¿Y en Argentina no se podía cumplir?¿o necesitabas mas arena?
- Necesitaba gente con sueños nuevos, con esperanzas. Con ganas de cambiar.
- Eso aquí sobra mi amigo... aquí la esperanza tiene menos de cien años.

Subieron al auto, y partieron hacia un apartado caserón, en las afueras de la ciudad, desde donde se podía ver el atardecer en el mar.


- Las cosas cambiaron mucho aquí en el desierto Claudio - dijo serio Dan.
- ¿Que es lo que cambió?
- La gente ya no soporta las diferencias y la miseria, y se están agrupando...
- ¿Por etnias o por partido político?
- Etnias... y esto es lo peor... me hace recordar las historias de mi abuelo en Alemania.
- ¿Tan grave?
- Están empezando a demostrar el odio hacia todo. Con solo vivir en otro barrio...
- Ya sos enemigo...
- Así es. Al menos en Alemania había un odio racial bien identificado. Pero esto...
- ¿Y el gobierno?¿no actúa?
- El gobierno reprime, y fomenta mas aún el separatismo. Increíble.


Claudio pensó en el país que había dejado atrás, dividido brutalmente desde el poder en clases sociales y en colores de piel. Si bien el panorama en Agadir era sombrío, al menos la gente apuntaba a estar mejor como conjunto, y no a prevalecer sobre otros grupos.


Cuando llegaron al caserón, estaban esperándolos en la puerta el resto del grupo. Estaban presentes ahí Irlanda, India, Japón, Cuba, Canadá y Rusia. Hombres y mujeres agrupados sin distinciones, llevando adelante un proyecto ambientalista. Algunos acompañaban a Dan desde hacia doce años, cuando había llegado a Agadir solo con equipos y protector solar.
Recordaron cuando, por casualidad, Claudio estaba en la playa, esperando la hora de abordar el ómnibus a Rabat, y vió a Dan gruñendo y pateando en la arena, mientras uno de los equipos de medición había quedado a medio armar.
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- ¡Casi perdemos el trabajo de años! - dijo Dan
- ¡Nada tan peligroso como un alemán furioso! - dijo Evan, el Irlandés
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Rieron de buena gana.
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El había ofrecido su ayuda para repararlo. Y al hacerlo, solo pidió a cambio una bebida fría. De inmediato lo invitaron a quedarse con ellos. Hacia ya cinco años de eso.

- Falta la guitarra y la fogata en la playa - dijo Claudio.
- No amigo... no falta nada!
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Aquella noche, haciendo un descanso de aquel viaje interminable, Claudio pudo reir, cantar, y comer decentemente. Cuando las llamas se estaban apagando y solo quedaban brasas, decidieron ir a dormir a la casa. Claudio no recordaba ya la sensación de dormir en una cama. Por eso no se molestó cuando le avisaron que debía compartirla.


Se acostó mirando hacia la pared, vistiendo un pantalón liviano y el torso desnudo. Sintió a otra persona acostándose al lado.
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- Espero que no molesten mis ronquidos - dijo Claudio
- Espero que no sea yo la que ronque - dijo Shilpa, la oceanóloga India.
- No... de hecho... esperaba tener una suerte peluda y ruidosa - rió Claudio
- Tal vez la suerte esté cambiando...


Claudio sonrió. Después de todo, el viaje estaba empezando a ser muy distinto de todo lo que había planeado.

11 comentarios:

Irene dijo...

Soy nueva por estos pagos, me gusto mucho, asi que vuelvo pronto!! Saludos

Arle dijo...

Ah mirá vos el tipo...se hace setecientos mil kilómetros y la primera noche ya duerme acompañado.
suertudo eh ?

Besos MichiMiau

El gato vagabundo dijo...

IML: Bienvenida!

Arle: ¿Viste?. Yo hace 35 años que ando por acá... y vea usted.

Anónimo dijo...

Esta historia mejora cada día.
De la portuguesa pesada a la india inesperada en medio de fogones, mar y viejos amigos vueltos a encontrar. Atrapa lindo.

GABU dijo...

MININÙS... Ni empèdocles me leo los 2 capìtulos anteriores de tu historia si el quia encima se llama CLAUDIO!!!

P.D.:Quelopariòchè!!! Recièn te llego y ya se me instalan los dejà vú??? Oo

BECHUSSSSS

Eric dijo...

Muy bueno.
Ya me tenés atrapado.
Ahora, con lo del alemán que cuenta buenos chistes, se te cayó el verosímil...

Andrés dijo...

Perdon que mi comentario no esté relacionado con la historia de este post (que estoy leyendo, aclaro por las dudas) pero que paso copn el post de la arena en la remington?

María Pía dijo...

Gato, estoy llegando de Venecia. Aún no terminé de leer la historia. Esta noche lo haré. Igual, te digo: tenés un galardón en mi blog, muac!

Nati Alabel dijo...

Gato: me encanta esta faceta exótica. Siempre tenés un as bajo la manga para sorprendernos.

El gato vagabundo dijo...

Ceci: Esta historia muta a cada instante. Es inesperada. Bah... como la vida.

Gabu: Bueno, pongale que se llama... que se yo... Nicanor. Por otra parte, ¿vio en matrix que el deja vu se da con un gato negro?. Era yo haciendo un bolo en la pelicula. (Un bolo fecal)

Eric: ¿Acaso no hay Argentinos serios?. A Dan lo conozco posta. Es aleman como el mercedes, pero mas atorrante que yo.

Andres: El post de la remington lo borre. No tienen ustedes ni la culpa ni el interés de si yo tengo un buen dia o no. Por eso, me pareció injusto con los demas dejar eso. Y me puse a laburar para ustedes. Como corresponde.

Violeta: Ya lo busque! Gracias!

Naty: No me deschaves, que nadie va a querer jugar a los naipes conmigo!

Anónimo dijo...

Ay Gato...vengo de una semana de vacaciones y tengo taaaaaaaaaaaaaanto para leer acá!
sigo!
un beso