miércoles, 19 de noviembre de 2008

Sandro Fuertes - De la coleccion "cuentos escritos al voleo"

Sandro tenía un pequeño problemita: no podía controlar la potencia de su voz.

Entonces, por ejemplo, en un cine, cuando le ofrecía pochoclo a su novia, todo el cine empezaba a gritarle barbaridades y arrojarles diversos objetos y productos alimenticios.

Sandro había nacido en el microcentro, con un mp3 en la oreja, y era un heredero hecho y derecho del mal que lo aquejaba. Sus padres también tenían el mal de la familia Fuertes. La madre, de chiquito, le cantaba canciones de cuna a un volumen tan alto que despertaba a todos los chicos del barrio. La falta de control de la potencia, tal vez se debía al elevado volumen de ruido con el que convivían a diario.

Paradójicamente, los Fuertes tenían un oído privilegiado. Lo cual también agravaba el problema: respondían a los alaridos al mas mínimo susurro, violando esa suplica de privacidad que el susurro en si implica.

- Sandro - susurraba su trigesimoquinta novia - tengo ganas de hacerte el amor
- YO TAMBIÉN QUIERO DARTE PA QUE TENGAS! - aullaba Sandro.

Esto le valía a Sandro el abandono inmediato. Y la búsqueda de la trigesimosexta.

Cierto día, estando en la cola de la caja 4 de un supermercado, escuchó unos alaridos infernales, una pelea feroz con una cajera mala leche que redondeaba a favor suyo siempre.

En puntas de pie, pudo ver adelante de todo, que la que gritaba era una dama de belleza inusual. Aullaba como un lobo en una fría noche invernal.

- SIEMPRE TENGO ESTE PROBLEMA CON USTED SEÑORITA!!!! - gritaba la dama
- Pero señora, le pido disculpas, no tengo monedas...
- CLAAAARO! NUNCA TIENE MONEDAS Y OFRECEN CHICLES Y MIERDA!!!
- Pero... yo...
- TIENE RAZÓN LA BELLA DAMA!!!! - gritó Fuertes.

Las miradas se cruzaron de inmediato.

Ambos supieron que se finalmente se habían encontrado.

(Continuará)

4 comentarios:

Nati Alabel dijo...

Ay, se viene una relación conflictiva...

Viejex dijo...

No se porque se me ocurre que la segunda parte va a salir en el blog del gato salvaje...
Por ahora me gusta, no te hagas rogar con la segunda parte.

El gato vagabundo dijo...

Natalia: Tal vez si, o no. Esta historia la queria llevar alguna vez al cine como una comedia. Por ahora voy esbozando trazos.

Viejex: Se te ocurre bien. Porque algo de eso tenia en la cabeza. Ir saltando de un lado a otro. Pronto veremos.

ElFlaco dijo...

Lo importante en todo esto es que volviste a postear ya me estaba preocupando tener que ser yo el de los cuentos, bah en realidad me preocupaba por la salud mental de los lectores y de mi pobre vieja de la cual muchos se estarian acordando y dudando de su honorabilidad.
Se viene la segunda.