¿Soda Stereo o Los Redondos?... ¡ESSSSTA!

El remanido tema de las oposiciones fervorosas sin nada que lo justifique, vuelve a ocupar un espacio en esto que hemos dado en llamar…
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¡Elijo Essssssta!

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- “Son todos putos!” gritan los ricoteros desde el Dodge 1500 con la pintura a medio hacer, que pudieron comprar con unos ahorros de lo que se rompieron el culo laburando.
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- “Son unos negros de mierda!” gritan los soderos desde el Ford Ka que les compró papá cuando se recibieron de Administradores de empresas, y en ese inmundo miasma, estamos todos inmersos.
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Siempre fui un acérrimo oyente de Soda Stereo, y en su carrera solista, de Gustavo Cerati.
Claro, la opinión lógica es “este es de los que dice que los ricoteros son unos negros de mierda”...
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Déjenme contarles.
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Un amigo mío, es ricotero hasta los dientes. Compartimos con el las más diversas aventuras. Y nos quedó pendiente la ida juntos a un recital de Los Redondos.

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Cierta vez el me preguntó como podían no gustarme los redondos, a lo cual le contesté con un listado de temas imprescindibles, referencias a partes de sus letras, y datos relevantes acerca de la banda que le hacía perder los estribos. Lo sorprendí, claro, pero no menos de lo que el me sorprendió a mí, que también me reconoció que Soda tenía buenos temas.
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A mí, los redondos me parten el mate. Si. Tanto como Soda.
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Son dos cosas completamente distintas. Son dos bandas del carajo. Y por eso nunca quise optar por ser blanco o negro, boca o river, Fangio o Gálvez. Lo que me gusta, no tiene color, ni política, ni religión, ni sexualidad. Simplemente me gusta, y con eso me basta.
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La calidad musical en las composiciones de la banda Platense, son sublimes. La usina creativa de Solari, Beilinson, Willy Crook cuando estuvo, la negra Poly, Castro, parece no agotarse. Sus letras me hacen pensar, y su música me hace emocionar, llorar, reír, enojarme… me hacen sentir vivo. Los redondos me abren la cabeza y juegan al futbol con el cerebro. Y cada vez que escucho, por ejemplo, el tema “todo un palo”, no puedo evitar cantarla a los gritos.
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Pero también me gusta Soda. Su música me tranquiliza, me hace recordar, me hace cantar, me recuerda antiguas historias amorosas. Soda me mantiene en la tierra, los redondos me hacen volar.
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Entonces, ¿Por qué elegir? ¿Por que tomar partido por alguno de los dos? ¿Por qué elegir helado de frutilla o de vainilla?...
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QUIERO LOS DOS.
Porque me gustan. Porque los disfruto. Será que tal vez no puedo elegir entre ser puto o negro de mierda. Tal vez sea un negro puto de mierda. Pero a mi, me gusta la buena música.
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Como caso excepción, nunca me gustó Sumo. No lo entendí nunca, porque su música estuvo DECADAS adelantada a lo que fue la escena musical de los 80, pero lo que hacían era excelente y lo reconozco… aunque sigue sin gustarme. Sin embargo, pierdo la compostura con Divididos y canto a los gritos “Aladelta”, y me gustan Las Pelotas y voy gritando “será por ti será por mi”. En fin, me gustan las cosas buenas. Babasónicos, los primeros discos de la Bersuit (cuando eran Bersuit Vergarabat) y su cover del tema “el tiempo no para” que me acompañó muchísimo tiempo. Me encanta Pedro Aznar, y Charly, y Seru Girán…
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Me gusta la buena música.
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Tal vez vaya siendo la hora en que todos sepamos apreciar que hay cosas buenas y cosas malas.

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Tal vez vaya siendo hora que dejemos de ponernos en distintos bandos por cosas que no tienen sentido. Al fin y al cabo, somos todos lo mismo básicamente.
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Primero, somos seres humanos, y segundo, somos argentinos. O sea, estamos todos en la misma.
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El día que entendamos esto, tal vez, podamos compartir algo mas que los partidos de la selección.