martes, 13 de enero de 2009

Martes 13 - Un papelón de chocolate y colores!

Esto fue relatado de manera similar a mi amiga Shei vía correo. Pero merece tener su espacio en la red...


Hechos:

- A mi me gustan mucho los rocklets. Les gasto la cubierta con la lengua, y luego, cuando queda solo el chocolate blandito los mordisqueo con los dientes frontales. Los como de a uno. Y compro las bolsas de 1Kg.

- Vengo a trabajar en un colectivito tipo charter, un diferencial. Eso, porque el auto se me declaró en huelga.

- Me la paso escuchando el mp3, y Llevo 24 pilas de repuesto, por las dudas.

- Leo siempre algún libro, revista, folleto, prospecto médico... lo que sea que tenga letras.


Historia:

Me levanté a la mañana, y después de preparar todo, me llené el bolsillo de la camisa con tres puñados "full" de rocklets (mas o menos como 5 paquetes de los grandes), y salí a esperar el colectivo que me lleva en 45 minutos a la ciudad de Córdoba.

El colectivo venía casi vacío. Subí, pagué y me senté en el fondo.

Yo escuchaba una y otra vez, la version de divididos de "mañana en el abasto" del cd "Vivo Acá". Una y otra vez... hasta que se acabó la pila.

Busco en mi mochila, y no encuentro las 3 pilas de repuesto que tenía antes en la mano. Saco el libro y la mochila de arriba de las rodillas, y nada. Abro las piernas y en ese mismo instante me acuerdo que las había puesto ahí.

...

Las pilas recargables caen con tres ruidos secos y fuertes, y ruedan por debajo mío, y se meten abajo de un borde plástico, que yo creía iba al motor.

De la desesperación por no perder las pilas (por la música, no por las pilas), me inclino de golpe para tratar de atajarlas, con la reciente incomodidad, por el estruendo que habían hecho las pilas al caer en el piso...

Y entonces, una lluvia imparable de rocklets, que caían de mi bolsillo al piso, uno a uno, rodando hasta el asiento del conductor. El ruido fue, precisamente, el de la lluvia gruesa en un techo de chapa a las 2 de la mañana.

Cuando reaccioné, y me dí cuenta un segundo después, que era lo que producía el ruido, me levanté de golpe, provocando que los últimos fugitivos de chocolate volaran por sobre el resto del pasaje.

Todos, mirandome con asombro y cierto resquemor adivinado en el fondo de sus pupilas.

Para la parada de mi trabajo, faltaban unas 20 cuadras, demasiado como para bajarme, así que opté necesariamente por hacerme una bolita en mi asiento, y quedarme piola. Por dentro, me reía solo.

La gente se bajaba y pisaba los rocklets, destruyéndolos y pegándo el chocolate en el piso del colectivo, y yo pensaba en que el pobre colectivero iba a tener que baldear la unidad gracias a mi pequeño incidente.

Cuando me preparé para bajar, pensé en pedirle disculpas al chofer, pero sinceramente la vergüenza que sentí, solo me alcanzó para bajar corriendo.

18 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué lindo! me imagino la escena con la lluvia de rocklets y el olor a chocolate.
Si iban nenes en ese colectivo, seguro te entendieron :)

Mona Loca dijo...

Pero...o sea que en un solo viaje perdió 3 pilas recargables y una cantidad considerable de rocklets!!!


NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!!

Así no hay sueldo que alcance!!

(Te juro que escuché los rocklets cayendo!)

El gato vagabundo dijo...

Ceci: No iban niños. Iba gente malhumorada y escasa. Y no me entendieron!

Mona: Perdi tambien la dignidad!. Salvé las pilas... y me quedaron 10 o 20 rocklets en el bolsillo.

Pero mientras el colectivero me veia ni se me ocurrio sacar uno!

GABU dijo...

Que làstima que los ROCKLETS rodaran y no volaran,no??
Asì toda esa manga de malhumorados ligaba alguno y se le disipaba la caripela de tujes,digo...

¡¡Encima lo de las pilas!!

P.D.:Habrà sido una de esas circunstancias en que el cosmos se confabula para no dejarnos canalizar nuestras ansiedades?? ¬_¬

BESITOP

Arle dijo...

nooooooooo los rocklets nooooooooo cualquier cosa menos los rockletsss

para la próxima, por favor, un ziplock.
Gracias

Wakapinka dijo...

y yo que pensé que mi forma de comer los rocklets era original!

Puchi dijo...

lluvia de rocklets!!

yo he llegado a chupar cerveza de una mesa (se había volcado y no era una Quilmes, precisamente...), pensé que te ibas a animar a convertirte en enano-chupa-rocklets :P

abrazo!

Anónimo dijo...

jajjjjjjjajajajajajaj Con este relato comenzo mi mañana! Gracias Gato, aun me rio.

Mi martes trece no fue tan gracioso, en la oficina exploto (de la nada) un vidrio enterito del primer piso, bañando de vidrios toda la planta baja en donde, presisamente, estaba yo.

Me da miedo, el edificio en el que trabajo es uno de esos modernosos que llaman "inteligente" (muy pillo no es ya que te re cagas de frio todo el año) todo de vidrio. TODO!!! Una gran trampa mortal.

Igual el gatienzo alegro mi mañana con lluvia de corazones, perdon de rocklets.
Saludos!

SHEI

María Pía dijo...

A mi me pasó algo similar viajando en el micro desde mi ciudad hasta Santa Fe capital. Debía realizarme allá los estudios médicos para el ingreso a la universidad los que comprendían el de orina.
Viajaba temprano con mi pichi en el maletín. Dadas las estrechas dimensiones de mi bolso, supongo, el colector de pis se destapó, motivo por el cual dejamos un importante charco en el piso y un caminito notable de pis en el pasillo del cole.

Viejex dijo...

Jamas crei en la influencia de los martes 13, ni ninguna otra forma de superstición. No sigo cábalas, no me fijo si me levanto con el pie derecho, los gatos negros me gustan tan poco como los gatos de cualquier otro color (con perdón del anfitión del blog...) y nunca van a verme tocandome el testículo izquierdo o derecho (el que corresponda, no se cual es) ante la mención de algún Jettatore (espero se escriba asi)
Sin embargo celebro que siendo las 00:08 del 14 de enero haya terminado este martes 13 (pido encarecidamente a las damas que me hagan la caridad de dejar de leer este post en este preciso instante)...decía, este martes 13 del remismísimo orto, y la repeluda y maltratada concha de su madre. Dia malparido.

Nati Alabel dijo...

Jajaja, una lluvia de rocklets...no ha caso, por más Gato Salvaje que escribas, sos pura bondad. Nadie que coma tantos rocklets puede ser una mala persona.

Y por cierto, esperaba más de vos para el concurso, sé qué podés hacerlo mejor. De hecho, estaba convencida de que la cosa iba a desempatar entre vos y WaitMan, pero no ha sido así. Vamos Gato! Una buena puteada bien original, déle. (a mí no, eh)

El gato vagabundo dijo...

Gabu: Emhhh... aaaahm... eehhhh si, creo. Me imaginé los rocklets coloridos flotando en el habitáculo del colectivo y no pude evitar sentirme feliz...

Arleq: Lo mismo me dijeron en casa. Pero yo soy asi... único. (¡Gracias a Diós!)

Waka: ¡Podemos pasarnos técnicas!

Javier: ¡Casi casi!, ¡me falto essssssssto! Los veía en el piso y no podía decidirme entre convertirme en un limpiafondos de bondi o quedarme en el asiento como un caballero. Hoy me arrepiento de no haber sacado siquiera una foto.

Shei: ¿Lluvia de vidrios?¿lluvia de corazones?¿no trabajarás en la fundación Favaloro vos?

Violeta: Ahhh no! Esto es competencia desleal! ¿en serio perdiste "las aguas" en el colectivo?. ¡Me muero!

Viejex: En realidad, yo tampoco creo en esas cosas. Era para aprovechar la coincidencia nomas.

Naty: Me falta inspiracion Naty. Me honra que me consideres finalista antes de empezar! Ahi voy.

Anónimo dijo...

Tanto desperdicio de rocklets no se puede creer!!! yo seguiría llorando, solo por eso.... no por vergënza.
Una duda, no se te derriten en el bolsillo????
(una confesión: hubiera agarrado los rockets, los hubiera limpiado un poquito... imaginate el resto)

El gato vagabundo dijo...

Ana: No lloré... ¿y sabes porque? ¡porque tengo bolsa de a kilo!.
No, no se derriten, porque no les doy tiempo.

Si, yo tambien!

María Pía dijo...

Cómo voy a inventar algo tan asqueroso y vergonzoso? Doy gracias todavía de que los análisis no eran parasitológicos. (Ay! me doy asco con este comentario!)...pero es así mi querido).

Nati Alabel dijo...

Jajaj, estuviste muy bien. No sé cómo diablos voy a desempatar ahora, la gente está dejando cosas MUY graciosas. "...cuando agarre a tu madre y a tu abuela y las rellene de sea monkeys", ahí te zarpaste. Artístico, Gato.

Claude dijo...

Tuve un incidente similar en mi viaje de egresados, sólo que no se me cayó nada: vomité. Cosas que pasan.

Tampax Ultra dijo...

No haber estado en el colectivo!
Me comía los del piso, en serio, yo no tengo mucho drama con eso...
¿sos de Argüello?