jueves, 22 de octubre de 2009

Naiflái - El vampiro cordobés (Introducción)

Se paró justo sobre el último punto del edificio, antes de que este se transforme en vacío. Ahora, entre el y el cielo nocturno de la ciudad, solo estaba la baliza reglamentaria roja, que la fuerza aérea había aprobado hacía años en aquella torre infinita. El último punto de referencia era ese "puntito rojo casita e' Dió" que veíamos desde chicos y pensábamos que era el final de la galaxia.


Abrió los brazos en cruz y sonrió ante esa imagen. El aire del verano lo acarició tan suave, como una primera caricia de mujer. Recordó entonces aquellos ojos claros que lo besaron por primera vez sobre el calicanto de la cañada.


Miró a sus pies, y debajo el febril ritmo de la ciudad de los sábados, llena de sangre joven.

Sangre joven.


Se dejó caer hacia adelante. Sintió por fin el vacío debajo y la incorruptible fuerza de gravedad que lo arrastraba hacia el asfalto de la 27 de Abril. Instintivamente, levantó las piernas alcanzando la posición horizontal. Otra vez, como en aquel entonces, escuchó ese sonido tan particular que hacían sus alas al rozar el aire. Ellas hicieron el resto.

Naiflái volaba entonces sobre la cañada, la municipalidad, el centro comercial con hotel 5 estrellas. Viraba a la derecha para sobrevolar por un momento la cancha del pirata cordobés, el río Suquía, y la estación abandonada de Alta Córdoba, donde había pasado varios años escondidos desde aquella primer mordida, cuando se llamaba Guillermo y salía de uno de los primeros bailes de La Barra.


Ahora se llamaba Naiflái. Se había rebautizado así por una canción de Led Zeppelin, que hablaba de un vuelo nocturno. Naiflái no sabía absolutamente nada de inglés. Pero le pareció que quedaba lindo, así que se hizo aerografiar la renoleta verde con la palabra. Y Ahora, así se lo conocía entre los escasos vampiros de la ciudad y los transeúntes que se doblaban de la risa a su paso.


Dió otro giro a la derecha, volviendo hacia el río, y se ocultó entre la arboleda, frente a los boliches que abundan de cara al puente Alvear.



En unos minutos mas, empezaría a salir la cena por las puertas.

16 comentarios:

Rocío dijo...

Qué buen mix! Me encantan los vampiros, pero encima cordobés! Dice "maami" también? Memuero!

Viejex dijo...

Recién comenté en el cuento del flaco...¿que les dió por escribir los dos sobre vampiros el mismo dia? que curioso, ¿no?

Diego dijo...

Rocío: Dice maaami, ocote y pecho frio. Es un vampiro que va a la cancha, va al baile, a boliches, labura, y en octubre se va a la fiesta de la cerveza. Con la renoleta verde, por supuesto.

Viejex: En realidad leí lo del flaco antes. Y el tema siempre me gustó, casi diría de forma obsesiva. Y pensé en crear un personaje extraño, cómico y siniestro. Y que mejor que un vampiro culiau. Veremos que sale. Pero la inspiración viene del blog del flaco.

ElFlaco dijo...

Que culiadazo!!!! ahora caigo diande era tu comentario jejeje.

Me encantó el detaie de la renola verde, nunca falta una renonave pal baile. Y el naiflai que culí!!!! todavia mestoy cagando de risa.

Me hiciste acordar el cuento de los vampiritos que estaban en epoca de sequia sanguiolenta, si no lo sabí en el proximo comentario te lo paso.

Zeithgeist dijo...

XD

excelente.
MUY MUY bueno!

Ceci dijo...

Ese nombre es glorioso, para un vampiro bien humano... y cordobés!

Canoso dijo...

Buen cuento que bien podría haber escrito H.P.Lovecraf si hubiese vivido en Córdoba.
Saludos!

El gato vagabundo dijo...

Diego: La próxima vez que respondas los comentarios te afeito con un tenedor de alpaca. ¿Capisce?

Flaco: Lo que me gustaría es que armemos la historia de los vampiros en mocasines entre los dos.

Zeit: Leí el comentario de Villa Cornú. La mona tiene esas cosas. Lo que lo hacen un tipo entrañable.

Ceci: ¡Y no se crea que se va a quedar en la ciudad eh!. ¡El Naiflái se toma el expreso y va para la zona este tambien!

Carugo: Si Howard Phillip hubiera vivido en Cordoba, hubiera firmado con el seudónimo "cara e gota". Y tal vez escribiría acerca de diques embrujados y hoteles peronistas abandonados llenos de zombies. ¡Uh!¡Que buena idea!

ElFlaco dijo...

Diga como y cuando gatex, será un honor para mi colaborar eso si los mocasines se los debo.

Ta buena la historia de los zombies peronistas, ya me imagino a Herminio saliendo del cajon mirando paratra diciendo "VAMO MUCHACHO, TODOS JUNTOS, CONMIIIIIGO O SINMIIIIIGO !!! UUUUUUU ! "
No me digai que no e tétrico!

Rocío dijo...

Ahhh siiii, delen nomás! Puede ser una historia de vampiros con una óptica diferente en cada blog, el del Gato y el del Flaco, medio como hicieron Laura y el Gato pero que se vaya cruzando "en vivo", a medida que se desarrolla la trama, a ver qué sale. Qué buen experimento!
Gato, tu otra personalidad sabe que existís?

Diego dijo...

Flaco: Usté ia sabe ande e'cribí... y si no lo recuerda o e' tan vago que pa levantarse a la mañana tiene que dormí parado, se lo digo de nuevo: diegoarias@yahoo.com.

Rocío: Estamos tramando una trama entramada en las tramoyas tremulas del troesma tramontina... (bueno, ya me cansé de escribir boludeces). Beso!

Rocío dijo...

Quedaremos atrapados!

Mona Loca dijo...

Bien interesante personaje!

A ver qué sigue.

laura dijo...

pero muuuuy bien Gatito, ya me había contado algo de su fascinación por estos temas, y si encima busca ladero que escriba lindo...mejor todavía!!

ya sabe, yo, aquí al pie del cañón para leer

besos mininos

Claudio G. Alvarez Tomasello dijo...

Quiero más.

Viejex dijo...

Contalo, flaco. no nos dejes a pie a los que todavía no somos cordobeses.