Hete aquí, el prometido, excelente, fuerte, crudo, desgarrador y controversial texto elaborado por nuestra amiga simiesca. Bueno, no es para tanto... prometido y excelente, y ya.
Sin mas, procedo a introducirlos al maravilloso mundo de la mona loca. ¡Salud!
(este texto no posee correcciones ni intervención de ningún tipo de la redacción. No, de ninguna señorita tampoco)
Ahora que sabe manejar…
Ahora que gracias a las clases particulares, personalizadas y online que ha brindado don Gato usted, señora, es capaz de salir a la calle y lograr que el auto haga casi todo lo que usted desea que haga. Ahora que gracias al excelente curso del Gato, usted, señora, se encuentra habilitada por la entidad correspondiente a su ciudad a manejar vehículos de 4 ruedas de hasta cierto tonelaje y le han otorgado la licencia correspondiente (y un cartoncito que dice “principiante” que debe poner en lugar visible – obligatorio para CABA y La Plata por lo menos-.)
Ahora, enfin, que toda la primera parte está resuelta, puede ocurrir que se sienta un poco insegura las primeras veces que sale con el auto sin su instructor amigo. Y puede ser también que se le ocurra que su pareja, consorte o similar la acompañe en las primeras travesías.
Aydiós.
Su partenaire, hasta este momento dueño único y exclusivo del rodado en cuestión, tiene muy afianzada la idea de que “él” sabe manejar, mientras que “usted” no sabe. Bajo la máscara de “Sí, mi amor, cómo no te voy a acompañar, si vos sabés que yo te apoyo en todo” se esconde la seguridad de que usted es un mono con navaja. Que sólo puede manejar en Mar Chiquita un día feriado. O el changuito del súper ( y hasta ahí).
Como todo principiante, usted tarda un poco en recordar toooodo lo que tiene que recordar del manejo. Además es muy probable que usted no haya aprendido con su propio auto, y ahora se tiene que acostumbrar a éste.
A) Encendiendo el auto
Empezarán las primeras indicaciones:
- Te fijaste si está en punto muerto?
- Poné los espejos.
- Y? dale, arrancá.
- Tenés que sacar el freno de mano, mi amor.
- Dale más a la llave!
- No, así no que se ahoga !!! Bueh. Vamos de nuevo.
- Mirá antes de salir.
- Guarda el embrague, no lo soltés de golpe! De golpe no! Qué te dije!!!!!
Usted haga “ommmm” y piense que él la ama, y la quiere ayudar. Que está poniendo toda su sapiencia y experiencia en las callecitas de su ciudad. No se ponga nerviosa. Afloje la mandíbula, vamos. Respire hondo. Bien, ya arrancó y lo sacó a la calle.
B) Andando con el auto.
OK. Ya logró arrancarlo y comenzar a andar. El empezará entonces OTRA VEZ a aconsejarla, basándose en su sapiencia y exper…ah, ya le dije? Bueno, eso.
- Mirá por el espejo.
- Vas muy rápido, vas muy rápido. Miraste por el espejo?
- Uuuuuuyyyyyy le estás pasando muy cerca al de la derecha, tené cuidado. Tenés que mirar por los espejos! Uuuyyyy, lo viste al de la moto? TENES que mirar por los espejos!
- No largues tan fuerte el embrague!!!!! Me vas a romper mi auto!
- Seguí el tránsito! Vas muy lento! Vas muy rápido! Seguí el tránsito.
- Poné tercera! No ves que el auto “te pide”? Poné cuarta. Cuaaaaarrtaaaaaaaa! No ves que el auto te pide????
- Frená, que está en rojo. Frená despacio! Estás frenando fuerte!
- Poné primera. Poné segunda. Poné tercera. TERRRCERRRAAA. No ves que el auto te pide???
No se ponga nerviosa, señora. A ver, afloje esos dientitos, que se le van a quebrar. Abra un poquito la ventana, así se le seca la transpiración. Muy bien.
Escuche: Al principio, una no se da cuenta de que el auto “te pide”. El auto no habla, por más computarizado que sea. Puede mirar el cosito ese de las revoluciones del motor para saber si tiene que cambiar de velocidad. Pero no se ponga mal si no se da cuenta de que “le pide”. A ellos, el auto les habla. A nosotras no. Ya va a aprender.
C) Resolviendo situaciones en la calle
En las calles de Buenos Aires, y en todas las ciudades, pasan algunas cosas “inesperadas”, por eso hay que estar atenta al conducir. Por ejemplo, se le tira encima (o se le cruza) una moto, un delivery boy o un colectiverhijodeunaymilputas. Bien, escuchemos la sabiduría del experto:
- ACELERÁAA, DOBLAAA, FRENÁAAAAA!!
- Uuuyyy, pero la grannnn….mirá por los espejos! Tenes que fijarte!
- La culpa es tuya, el venía por su carril. Tené más cuidado. Me vas a hacer mierda mi auto.
- No putees! ( porque usted gritó lo que piensa del colectivero)
Si ya se está hinchando de escuchar tanto pronombre posesivo de primera persona en relación al auto, puede intentar contestar con un amable: “ Miamor, no me grites, me ponés nerviosa…”
También puede ocurrir que no le calcule bien y meta la trompa del auto (o la rueda) en un bachecito. O que agarre medio fuertecito un lomito de burro. Ante esto, él puede tener una reacción algo exagerada como agarrarse el pecho, o taparse la cara al grito de AAAAAAARRRRRGGGGHHHHHH!!!! O bien, aspirar fuerte entre dientes…
- Esquivá los pozos!!
- Me vas a romper mi auto!
- Despacio, nena! No podés agarrar el lomo de burro como venís!!!
Tenga presente que para esta altura usted ya tiene ganas de gritarle barbaridades como:
- Mirá no me rompás más las pelotas, querés!!
- En todo caso voy a romper NUESTRO auto!!
- Bueno, no es para tanto, vos también agarrás pozos de vez en cuando!!!
- Basta, macho! Para acompañarme así, no me acompañes, me ponés renerviosa!!!!
- Bueeeeeno, laconchitumá, manejá vos, ya que sos tan bárbaro!!!!
Recomendamos no ceder a la tentación y reemplazarlas por un: “OH, amor, disculpa. Entiendo que debo ser mas prudente al manejar. Confío en que con práctica, estas cosas no sucederán” Si ve que la falsedad no le da para tanto, puede encerrarse en un frío silencio.
D) Volviendo a casa
Habiendo realizado la vueltita correspondiente, vuelve a su casa hecha un manojo de nervios y frustrada, con la sensación de que manejar no es para usted que nunca será capaz de manejar por la calle y que mejor por qué no lo deja a él que lo haga. Y que él quién corno se cree que es, Niki Lauda, Fangio o qué.
Como para dejar claro de quién es el auto, apenas usted se baja, él puede tomar el lugar del conductor y “acomodar” los espejitos y el asiento que usted dejó “desacomodados”.
Señora, no se deje amedrentar. Siga manejando. Acérquese demasiado a los otros autos (le van a tocar bocina), pierda el ritmo del tránsito, pase fuerte por arriba de los badenes y lomos de burro, y caiga en esas cunetas que hay en algunas bocacalles. Ráyele la trompita al coche, porque “es muy bajo”. Con la práctica, estas cosas pasan menos.
Recuerde: él la ama y la apoya en todo, la quiere ayudar…lo que pasa es que no puede. En esto no. El auto tiene mucha carga emocional. Para la próxima, invite a una amiga, y vayan las dos a dar la vuelta al perro con el auto. Su amiga –fascinada porque usted se animó por fin- se pasará el viaje elogiándola por lo bien que maneja y lo bueno de que se haya animado. Y usted volverá sintiendo que el mundo no tiene límites.
Anímese!!!
Sin mas, procedo a introducirlos al maravilloso mundo de la mona loca. ¡Salud!
(este texto no posee correcciones ni intervención de ningún tipo de la redacción. No, de ninguna señorita tampoco)
Ahora que sabe manejar…
Ahora que gracias a las clases particulares, personalizadas y online que ha brindado don Gato usted, señora, es capaz de salir a la calle y lograr que el auto haga casi todo lo que usted desea que haga. Ahora que gracias al excelente curso del Gato, usted, señora, se encuentra habilitada por la entidad correspondiente a su ciudad a manejar vehículos de 4 ruedas de hasta cierto tonelaje y le han otorgado la licencia correspondiente (y un cartoncito que dice “principiante” que debe poner en lugar visible – obligatorio para CABA y La Plata por lo menos-.)
Ahora, enfin, que toda la primera parte está resuelta, puede ocurrir que se sienta un poco insegura las primeras veces que sale con el auto sin su instructor amigo. Y puede ser también que se le ocurra que su pareja, consorte o similar la acompañe en las primeras travesías.
Aydiós.
Su partenaire, hasta este momento dueño único y exclusivo del rodado en cuestión, tiene muy afianzada la idea de que “él” sabe manejar, mientras que “usted” no sabe. Bajo la máscara de “Sí, mi amor, cómo no te voy a acompañar, si vos sabés que yo te apoyo en todo” se esconde la seguridad de que usted es un mono con navaja. Que sólo puede manejar en Mar Chiquita un día feriado. O el changuito del súper ( y hasta ahí).
Como todo principiante, usted tarda un poco en recordar toooodo lo que tiene que recordar del manejo. Además es muy probable que usted no haya aprendido con su propio auto, y ahora se tiene que acostumbrar a éste.
A) Encendiendo el auto
Empezarán las primeras indicaciones:
- Te fijaste si está en punto muerto?
- Poné los espejos.
- Y? dale, arrancá.
- Tenés que sacar el freno de mano, mi amor.
- Dale más a la llave!
- No, así no que se ahoga !!! Bueh. Vamos de nuevo.
- Mirá antes de salir.
- Guarda el embrague, no lo soltés de golpe! De golpe no! Qué te dije!!!!!
Usted haga “ommmm” y piense que él la ama, y la quiere ayudar. Que está poniendo toda su sapiencia y experiencia en las callecitas de su ciudad. No se ponga nerviosa. Afloje la mandíbula, vamos. Respire hondo. Bien, ya arrancó y lo sacó a la calle.
B) Andando con el auto.
OK. Ya logró arrancarlo y comenzar a andar. El empezará entonces OTRA VEZ a aconsejarla, basándose en su sapiencia y exper…ah, ya le dije? Bueno, eso.
- Mirá por el espejo.
- Vas muy rápido, vas muy rápido. Miraste por el espejo?
- Uuuuuuyyyyyy le estás pasando muy cerca al de la derecha, tené cuidado. Tenés que mirar por los espejos! Uuuyyyy, lo viste al de la moto? TENES que mirar por los espejos!
- No largues tan fuerte el embrague!!!!! Me vas a romper mi auto!
- Seguí el tránsito! Vas muy lento! Vas muy rápido! Seguí el tránsito.
- Poné tercera! No ves que el auto “te pide”? Poné cuarta. Cuaaaaarrtaaaaaaaa! No ves que el auto te pide????
- Frená, que está en rojo. Frená despacio! Estás frenando fuerte!
- Poné primera. Poné segunda. Poné tercera. TERRRCERRRAAA. No ves que el auto te pide???
No se ponga nerviosa, señora. A ver, afloje esos dientitos, que se le van a quebrar. Abra un poquito la ventana, así se le seca la transpiración. Muy bien.
Escuche: Al principio, una no se da cuenta de que el auto “te pide”. El auto no habla, por más computarizado que sea. Puede mirar el cosito ese de las revoluciones del motor para saber si tiene que cambiar de velocidad. Pero no se ponga mal si no se da cuenta de que “le pide”. A ellos, el auto les habla. A nosotras no. Ya va a aprender.
C) Resolviendo situaciones en la calle
En las calles de Buenos Aires, y en todas las ciudades, pasan algunas cosas “inesperadas”, por eso hay que estar atenta al conducir. Por ejemplo, se le tira encima (o se le cruza) una moto, un delivery boy o un colectiverhijodeunaymilputas. Bien, escuchemos la sabiduría del experto:
- ACELERÁAA, DOBLAAA, FRENÁAAAAA!!
- Uuuyyy, pero la grannnn….mirá por los espejos! Tenes que fijarte!
- La culpa es tuya, el venía por su carril. Tené más cuidado. Me vas a hacer mierda mi auto.
- No putees! ( porque usted gritó lo que piensa del colectivero)
Si ya se está hinchando de escuchar tanto pronombre posesivo de primera persona en relación al auto, puede intentar contestar con un amable: “ Miamor, no me grites, me ponés nerviosa…”
También puede ocurrir que no le calcule bien y meta la trompa del auto (o la rueda) en un bachecito. O que agarre medio fuertecito un lomito de burro. Ante esto, él puede tener una reacción algo exagerada como agarrarse el pecho, o taparse la cara al grito de AAAAAAARRRRRGGGGHHHHHH!!!! O bien, aspirar fuerte entre dientes…
- Esquivá los pozos!!
- Me vas a romper mi auto!
- Despacio, nena! No podés agarrar el lomo de burro como venís!!!
Tenga presente que para esta altura usted ya tiene ganas de gritarle barbaridades como:
- Mirá no me rompás más las pelotas, querés!!
- En todo caso voy a romper NUESTRO auto!!
- Bueno, no es para tanto, vos también agarrás pozos de vez en cuando!!!
- Basta, macho! Para acompañarme así, no me acompañes, me ponés renerviosa!!!!
- Bueeeeeno, laconchitumá, manejá vos, ya que sos tan bárbaro!!!!
Recomendamos no ceder a la tentación y reemplazarlas por un: “OH, amor, disculpa. Entiendo que debo ser mas prudente al manejar. Confío en que con práctica, estas cosas no sucederán” Si ve que la falsedad no le da para tanto, puede encerrarse en un frío silencio.
D) Volviendo a casa
Habiendo realizado la vueltita correspondiente, vuelve a su casa hecha un manojo de nervios y frustrada, con la sensación de que manejar no es para usted que nunca será capaz de manejar por la calle y que mejor por qué no lo deja a él que lo haga. Y que él quién corno se cree que es, Niki Lauda, Fangio o qué.
Como para dejar claro de quién es el auto, apenas usted se baja, él puede tomar el lugar del conductor y “acomodar” los espejitos y el asiento que usted dejó “desacomodados”.
Señora, no se deje amedrentar. Siga manejando. Acérquese demasiado a los otros autos (le van a tocar bocina), pierda el ritmo del tránsito, pase fuerte por arriba de los badenes y lomos de burro, y caiga en esas cunetas que hay en algunas bocacalles. Ráyele la trompita al coche, porque “es muy bajo”. Con la práctica, estas cosas pasan menos.
Recuerde: él la ama y la apoya en todo, la quiere ayudar…lo que pasa es que no puede. En esto no. El auto tiene mucha carga emocional. Para la próxima, invite a una amiga, y vayan las dos a dar la vuelta al perro con el auto. Su amiga –fascinada porque usted se animó por fin- se pasará el viaje elogiándola por lo bien que maneja y lo bueno de que se haya animado. Y usted volverá sintiendo que el mundo no tiene límites.
Anímese!!!
20 comentarios:
Ay, está mal que yo lo diga, pero por las dudas...Quedó re-mono!!!
Dónde conseguiste las fotos por favorrrrrrrrrrrrr!!!!!!!!!!!!!!!!
juaaaaaaaa!!!
Gracias por cederme un espacio!
Besotes
Sabia que te iba a gustar!
Hacé de cuenta que estas en tu casa. Eso si, nada de andar tirandome los calzoncillos viejos a la basura eh!
Buenísimo!! me encantó.
Aplaudala a la mona, querida ceci!
El auto pide.... pide que no lo presten jajajajja
Muy bueno!!!!!!
Si rompen mucho.... una para el auto y se baja en medio de la panamericana y le decis "ok, maneja vos" y te pasas al lado del acompañante, y listo
luego de 5 años, se dan cuenta que ya podes manejar sola hasta el super
juaaaaaaa Brillante, doña Mona!!!
ay Monita, qué paciencia por Diossssss
Nononooo, no es lo mío definitivamente, paro el auto y le parto la cabeza con el matafuego
Ya sé, después voy presa y chau manejar "nuestro" auto....
Xcelente. El auto te pide, te pide....por favor, me mató eso.
Gracias a todos por comentar!!!
Desaconsejo la técnica de partir cráneos ( la sangre no sale con NADA del tapizado) y de decir "mah, seeee, manejá vos" porque despues se enquista la cosa, vio?
Y como dijo ArTelar, tardan 5 años en entender que una puede manejar hasta el super...si queda a 5 cuadras, derecho...
gracias a todos!!!
Y a Gatienzo sobre todo
( hay que quedar bien con el dueño de casa...y adem{as, me di cuenta de que "sin querer" le tiré la remera esa, la de los Rollings...es que ocupaba mucho espacio)
Existen bicisendas,
Carriles especiales para colectivos.
Se necesitan carriles para féminas y que se abollen entre ellas.
Parece que un machista recalcitrante comentó usando mi nick, eso esta muy mal.
Yo opino que las pobres mujeres merecen más paciencia y apoyo de parte de sus parejas.
Excelente entrada doña mona.
Un fraternal saludo de un hombre comprensivo.
Después de todo son seres humanos
Gamar...y escuche que andan diciendo por ahí que...( **Dios Mío**) hasta tendrían alma!!!
Si alguna vez le paso cerca con el auto, se lo tiro encima. Ya está advertido.
Y cuando se quiera enojar o ver mi seguro, le voy a decir: "oh, lo siento...sólo soy una chica"
Usté se lo buscó.
Mi mujer mete un poquito de miedo cuando maneja. Bastante. Pero yo jamás se lo confesé. Me agarro de donde puedo y sufro en silencio, como un macho.
Y tampoco es que tenga una relación tan estrecha con mi auto.
Sin embargo apoyo todos los comentarios del gremio en esta entrada.
Son un desastre, así que por favor... más vajilla y menos calle, que un plato roto siempre es más económico que una óptica hecha moco.
He dicho, y si quieren putearme, háganlo con confianza.
Un saludo.
Yoni, no lo puteo porque soy una DAMA.
Lo que hace la conciencia de género, porrrrrrfavorrrrrrrrrrrr!!!!
Mona esta buena esa experiencia porque asi te ponés a prueba de todo, si te bancás un acompañante así después estás blindada para todo tipo de contrariedad.
Y recordale que el auto es un bien ganancial.
Asi me gusta Mona.
Besos
Al final, mucha alabanza y todo eso, pero no comenté!
Creo sinceramente que el hombre lo que teme es a perder la exclusividad.
Para que se entienda, la logica es "si ella aprende a manejar estoy frito, no me quedan mas refugios, voy a tener que aprender a poner un lavado de ropa y cocinar, y levantarme a las 2 de la mañana porque el nene llora..."
Creo que el comportamiento es debido al terror de que le colonicen el ultimo bastión territorial del "macho".
Eso, o usted mona maneja realmente como el culo!.
Besos
Nunca, nuuuunca jamás en la vida hay que salir a manejar con el dorima sentado al lado. Son unos insesnibles!
El otro dia tuve que alcanzar a mi ex en el auto. Primero intentó manejar el. ¡Minga, que sufra!
Al segundo "poné la quinta" le pregunté:
_ "Gordi"...¿Vos te acordás que un día fuimos a un estudio a firmar unos papelitos re mononos? Bueno, shhhhh!
No hay caso, los hombres no entienden nuestros tiempos!
Excelente lo tuyo, Mona!
Te voy a hacer un mono-lito!
ajajjaa
Besosss
Gatox: Manejo como el monito ese que está al volante, en las fotos...pero los pies sí me llegan a los pedales!!
Stella: imaginesé, si no se debe salir con el marido, cuánto menos con el EX!
A mi el Mono una vez me quiso agarrar el volante ( porque le parecio uqe me llevaba a alguien puesto, cosa uqe No Era Así)
Casi lo bajo del auto a empellones.
Nunca mas lo hizo
besos!
Yo soy feliz cuando la zippa se pianta a lo de la madre con los chicos, yo pongo la música a todo volumen, tomo mate y me pongo a dibujar.
¿El auto?es una herramienta, nada más.
Eso sí, si lo rompe, lo paga, ahí también corre la igualdad de géneros.
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