lunes, 13 de abril de 2009

Campos de Arena

Día 1.

La llegada al campo fue extraña. Cientos de Saharauis nos esperaban. El camión avanzaba a duras penas ante los golpeteos de los chicos y los gritos de la gente que nos recibía con alegría.



Cuando la cosa se calmó un poco, pudimos bajar del camión. No terminaban ahí las sorpresas. Bajando mis cosas, alguien a quien no podía ver muy bien insistía en ayudarme a llevarlas.

Cuando nos acercamos al edificio central del campo, pude verlo. Y dejé de tironear del bolso verde. No pude contener la carcajada. Era Roberto. En realidad, yo le puse Roberto, pero se llama de alguna manera que nunca pude recordar. Su nombre saharaui es bastante difícil de recordar (y pronunciar). Una noche, mientras yo escuchaba a Led Zeppelin en un pequeño grabador, Roberto apareció y empezó a imitar la voz. Casi me caigo de espaldas. Era tal vez mejor que el mismo Robert Plant. Cantaba "vuelo nocturno". La ultima vez que vi a Roberto estábamos huyendo de una de las tantas avanzadas del ejercito marroquí sobre los civiles en Samat.



Ráfagas de ametralladoras barrían la noche mientras nos arrastrábamos por la arena. El fue el que me convenció de irme. Fue también el que me escribió diciendome que las cosas estaban un poco mejor ahora.
El campo está igual, pero el espíritu que se vive es otro. La gente sueña tanto con el reconocimiento de su nación y la libertad, que se puede sentir en el aire.



Estremece el alma escucharlos cantar su himno por las noches. Resuenan las estrofas contra las paredes y se pierden en la inmensidad del desierto. Ese que, lentamente fueron domesticando, hasta hacerlo producir verduras y frutas.

Los saharauis no son conformistas ni abandonados. Muy por el contrario, jamas se dan por vencidos. Son también gente muy bella.


Tienen una combinación de los originarios, con españoles, turcos, y negros. Contrario a lo que se piensa (y a la imagen de los bereberes), son gente de rasgos finos y piel morena. Las condiciones de salubridad han mejorado notablemente, así como las alimentarias. Ellos, necesitan la capacitación que no les brindan ni los pueblos vecinos, ni el gobierno español que los abandonó hace ya décadas. No así el pueblo español, que anualmente se manifiesta en las calles por la libertad de sus compatriotas.

7 comentarios:

Claudio G. Alvarez Tomasello dijo...

Qué bueno que ésta historia en particular continúe.
Primero porque tus descripciones son vívidas y puntuales.
Después porque está ubicada en una geografía de la que no llega tanta info.
Ya por desconocimiento o por dejar pasar la poca que uno encuentra.
Pero es sumamante interesante.
PRI
(jajajaja)

GABU dijo...

Chemmm???

Me estas dando unas ideas bàrbaras para ir pergeniando mis pròximas vacaciones,eh?!

P.D.:Làstima que los nùmeros no siempre acompañan estas ideas,ponèle... O_o

BESOP

Anónimo dijo...

Gato...vagabundeaste por ahi también????

Eric dijo...

Me alegro mucho por esta continuación!
Con fotos y todo.
Increíble. Palabras simples que dicen mucho.

El gato vagabundo dijo...

Claudio: La info de aquella zona está un poco restringida. Está pasando ahora esto. Esta gente esta siendo rociada con napalm, invadida, asesinada. Están prohibidas las fotos, la resistencia, y su bandera en su propio territorio. Marruecos no es tan poético como muchos creian...

Gabu: Es una buena opcion. Queda en frente de las canarias. Pasaje a España y cruce en ferry. Mejor que irse a Brasil a ver argentinos! (y allá se habla español!)

Ana: Si. Hubo un tiempo que fué hermoso... y fui libre de verdad.

Eric: Ahora, el asunto es en primera persona. ¡Ojota con ese giro!

Nati Alabel dijo...

Me resulta muy creíble la subjetividad del protagonista. Bien por ti.
Besos

Arle dijo...

Oaaaaaaaaaaa! (saludo de Teletubby con sueño)

Nunca entenderé cómo la intolerancia nos convierte en enemigo de nuestra propia raza. En la facu estamos discutiendo las características del hombre. ¿Dónde dejamos nuestra escala de valores? ¿ Dónde la compasión, la solidaridad, el respeto por el otro?
Ah, veo que hoy me levanté utópica.

Besos MichiMiau