lunes, 27 de abril de 2009

Campos de Arena

Dia 2

Después de desarmar los bolsos, acomodar un poco el lugar que ahora es lo que llamaría "casa", pasó algo que nos cambió el humor a todos. Los que vinieron por primera vez, solo trajeron ropa liviana. Hacía rato que no me reía de esa forma. Roberto empezó con lo que serían horas de risas.

- ¡Supongo que a la noche no van a salir a pasear por el centro!

Las noches del Sahara son un poco frías. Un poco. Hablamos de unos 20 grados bajo cero. Una vez que la arena irradió todo el calor del día, empieza a sentirse la verdadera temperatura. Y ni hablar de los días de tormenta de arena, donde el sol no llega.

- No se hagan problema - agregó - tenemos trajes de baño para cuando quieran ir a la playa

Las carcajadas de los que ya habíamos pasado por eso eran cada vez mas ruidosas. Nosotros, que tuvimos que vestir los abrigos que hacen los saharauis acelerando así el proceso de integración, sufrimos las carcajadas de todo el campamento.

Las bromas duraron toda la noche, cada vez que alguien comentaba algo acerca de la temperatura. Mas allá de eso, el segundo día fué tranquilo.

Día 3

Las necesidades de la gente son totales. No hay muchos medicamentos, no hay medidas básicas de salubridad, no hay información. El equipamiento en comunicaciones, y en informática, no es obsoleto. Es inutilizable. Lo mas nuevo que encontré era una 286 a medio armar.

Creo que vamos a tener quilombos con la ONU. No tanto cuando pidamos equipar una sala con tecnología mas o menos nueva en cuestiones de salud. No tanto, tampoco, cuando reestructuremos las salas que ofician de escuela, y pidamos materiales por unos cuantos cientos de dolares. El tema va a ser cuando pidamos equipamiento por unos cuantos miles de dolares, para armar servidores web, bases de datos, redes, y comunicaciones.

Porque lo otro es educación y salud, lo cual es básico y moralmente obligatorio de brindarle a un pueblo. Pero la posibilidad de informarse, organizarse y coordinarse... no creo que guste mucho.

El petróleo en las costas del Sahara es abundante. Y los saharauis están condenados a ser aquellos que posean el tesoro y vivan con las migajas. Como el destino de las naciones poseedoras del oro negro.

El panorama, para esta aventura, pinta ser bastante negro.

3 comentarios:

Nati Alabel dijo...

Sí, pinta negro...como el petróleo...
Es muy acertada tu observación. A los pobrecitos indefensos les dan comida, medicamentos, cositas básicas. Pero un pueblo organizado e informado?Dios nos libre!

El gato vagabundo dijo...

Natalia: ¡Claro! Mirá si estos estupidos negros ignorantes se dan cuenta que son ricos... ¡nooooo!

Ceci dijo...

Cierto.

Y la ONU hace tiempo dejó de ser lo que se supone debería ser.

Basta nomás ver esas fotos de sus reuniones en algún lugar paradisíaco en los que funcionarios con un aspecto muy relajado se reúnen para discutir el problema de la escasez de alimentos en el mundo...