lunes, 31 de agosto de 2009

¡¡¡Capitán!!! ¡¡Tormenta de Lauras a estribor!!

...

- ¿Y cuando pasó eso?

Sostuvo con fuerza el teléfono contra el oído. Las noticias no eran lo que esperaba.

- Entiendo... yo... en un rato voy para allá.

Desencajado, puso el teléfono frente a el, y observándolo detenidamente, en un movimiento cansino, cortó la comunicación.

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Cerró los ojos y dejó que el agua de la ducha le cayera en la cara. No lo podía creer.

¡Pero si había estado con Laura el domingo!

Y ahora, la había perdido. Laura no iba a volver. Lo sabía, pero no quería aceptarlo.

Cuando llegó a la puerta, dudó un rato largo. Quería retrasar el momento mientras fuera posible.


Cuando la puerta se abrió, pudo sentir la presencia de Laura en la sala. Sin embargo, decidió que lo mas lógico era evitar comentarlo.

- Elvira, yo... no se que decir.
- No hay nada que decir hijo... pasá.

Sergio se acomodó en un sillón. Miraba de reojo a la gente reunida en el lugar. Algunos sonreían. A Sergio aquella noche, le parecía imposible una mueca cualquiera, que no fuera la inexpresión.

Elvira volvió con una caja que tenía una etiqueta enorme, escrita a mano, con la letra de Laura. Decía "Para Sergio".

- Esto lo dejó para vos querido.


Sergio recibió la caja en su regazo, las manos a los costados. No atinó siquiera a mirar dentro. Se incorporó, y se dirigió rumbo a la puerta.

- No quiero hacer mas largo el momento Elvira... usted disculpeme.
- ¿Pero no queres verla?
- No, prefiero recordarla como era cuando me quería.
- Te entiendo... igual por esto, no dejes de venir, ¿si?
- Seguro... - mintió Sergio.


Cuando llegó a su casa, bajó la caja al suelo y apagó las luces. Tanteando muebles y paredes, se acostó, sin intenciones de levantarse durante días.

Nunca había sido muy valiente. Y menos ahora.

8 comentarios:

gamar dijo...

Si le dejó una caja no hizo bien las cosas.
Para morirse hay que morirse bien.
Muy bueno el relato

Mona Loca dijo...

Che, ayer lo leí ( auqneu no comenté) y tenía un par de frases extra...puede ser?
Por qué las quitó?


O sea, el relato es suyo, pero...le daban un giro interesante.

beso!

El gato vagabundo dijo...

Mona: Porque aparentemente se entendía que la chiruza habia muerto y no era asi.

El giro apuntaba a continuar la estéril historia del desierto...

Pero me parece que no dá para seguirla.

Claudio G. Alvarez Tomasello dijo...

Sígale. Dejó un sabor a poquito.

laura dijo...

nonono, no es cuestión de valentía, yo también creo que es preferible recordar desde lo mas bello que se pueda.

si es por Sergio, no necesitaba abrir la caja porque eligió otra cosa y si es por Laura, jamás se va a enterar

besote, me gustó

Ceci dijo...

La iba a ir a buscar a Marruecos?
Estaría bueno que la sigas, son lindas esas historias del desierto.

gamar dijo...

No no, yo no entedí que hubiese muerto, pero si hizo todo eso para desaparecer ¿por qué dejar una pista?
Pero debe encajar más tarde. Dele nomás

Anónimo dijo...

EX-CE-LEN-TE!

Hacia bastante tiempo que no leia algo original en blogs.

Hay segunda parte? Alguna vez se tuvo que haber levantado. No es tan facil tomar una desición y seguirla al pie de la letra. (Jaja, si no que diga como lo hace) Por favor!!! Hace que se arrepienta y se levante!

Me atrapo, me dejo intrigada.

http://serunanenabien.blogspot.com/