lunes, 9 de noviembre de 2009

El bajista suplente

Ni siquiera tenía nombre. Era "La banda" aunque muchos creían que en realidad se llamaba "lavanda". De ahí las carcajadas.


Tocábamos al fondo de un video club, en un local gigantesco. Todas las noches le metíamos hasta las 10, después de varias advertencias de los vecinos.


Daniel y yo ajusticiábamos las guitarras, Juan Carlos la batería, Fabian el bajo, y Marino el micrófono.

Marino nunca pudo cantar nada, así que dejó de venir un día. Y entre los cuatro restantes empezamos a desgranar algunas melodías que, según críticas de los transeúntes, eran bastante agradables.


Pero algo faltaba. Teníamos los instrumentos, teníamos los acordes, teníamos el ritmo.. faltaba la voz.

Una noche, mientras ensayabamos, empecé a gritar al micrófono.

Y gustó.

Tanto, que aquella noche decidimos probar quedarnos con la guitarra de Daniel solamente, mas el bajo y la batería. No debería ser yo quien lo diga, pero salió algo muy decente.

Podía ser casualidad, podía ser tal vez el ímpetu de la primera vez. No sabíamos a ciencia cierta. Igualmente algo faltaba, pero no sabíamos que. Había que volver a probar.


Cuando volvimos a reunirnos al otro día, nos encontramos con la noticia de que Fabian no podía venir.

Y entre deliberaciones y propuestas, me colgué el bajo al cuello, y arrancamos con un tema calientadedos.

Algo estaba pasando esa noche, que no pasaba antes.

La música sonaba como una muralla, como el mar cuando te sorprende con esas olas de dos metros y te hace tragar arena, sal y agua en iguales proporciones.

Y cuanto mas tocábamos, mejor sonábamos. Y todos sabíamos a esa altura cual era el motivo.


Y entonces vino el momento de probar algunos temas lentos. Esos que nos salían tan seguros y tan planos...

Todavía recuerdo a la gente pegada al vidrio del video club, mirando hacia adentro.

Volaban los tonos arpegiados y los punteos en el bajo (que después de un buen tiempo le admiraría a Pedro Aznar) y mi voz parecía haber cobrado forma y volumen en ese mismo instante. Y por una de esas casualidades, aquella noche habíamos decidido grabar la sesión.

Cuando salimos del local a las 10 de la noche, reinaba el silencio entre nosotros. Nadie hablaba. Ni siquiera nos miramos. Juan Carlos nos saludó, cruzó la calle y se metió en su casa. Con Daniel nos fuimos caminando unas cuadras juntos, revoleando las melenas en la soledad de la avenida.

- Sonó lindo... - dijo por fin.
- Sep...
- ¿Y porque no...
- No lo digas Dani... no... ni lo digas.
- Pero...
- Conozco a Fabian desde tercer grado... y a Juan Carlos... que se yo desde hace cuanto.
- ¿Y no vamos a hacer nada?
- Vas a ver Dani... - aseguré - en menos de un mes, estoy afuera.
- Naaa...
- Un mes Dani... un mes.

Yo era amigo histórico de los dos, pero me unía con Daniel la misma pasión por la música.

- Vas a ver... - continué - que algo pasa... me rajan... y dicen que con vos no hay problema.
- Sería una lástima...
- Los conozco demasiado.

Recuerdo haber escuchado esa cinta una y otra vez, y me parecía increíble haber sido parte de esa sesión.


En una semana se terminó dando lo que había predicho. Que no iba a horario a los ensayos, que la distorsión, que el equipo muy alto, que los temas... no importaba. La causa iba a aparecer de un momento a otro.


A Daniel le dijeron lo mismo que le había predicho yo. Y en un gesto honorable de su parte, prefirió declinar la invitación a seguir con ellos.


Así que Juan Carlos y Fabián buscaron a un guitarrista suplente y un cantante suplente, y siguieron haciendo los temas que había escrito yo.

Los volví a escuchar en un antro alguna vez, y sonaban. Ni mal, ni bien. Sonaban parejos. Mejor que los cuatro primeros, pero nunca como aquellos tres que fuimos una vez.

Y recordé aquella sesión en que habíamos ensayado "Mi tren". ¡Puta!¡Como sonaba ese bajo!.



Y mientras sonreía, terminé mi cerveza y me fui del lugar, dejando el pasado donde debe estar.

9 comentarios:

Nati Alabel dijo...

Un momento único y mágico. A veces se dan esas cosas.

Anónimo dijo...

no sabia las causas reales...en el momento no parece , pero lo bueno es ver que los ganadores , seran los perdedores del futuro y viceversa...que sirva pa´la pròsima! Marianx

ElFlaco dijo...

Como dice el dicho "Clavo que sobresale...." en fin gatuno, es otra cara del felino que nos regalas, ahora agarrate viejo por que si nos juntamos en algun momento para un asadito, no me voy a olvidar de esta y vas a tener que cantar algo.

Viejex dijo...

Que gusto amargo tienen algunas alegrías.

Mona Loca dijo...

Hace bien.
El pasado está bien donde está.
Ahora pesaría.

Rocío dijo...

Se te daba bien lo de "bajero"?

jajaja

Qué lindo! Admiro a quienes pueden expresarse a través de la música. Yo no pasé de castigar una viola con alguna base de blues y no puedo cantar ni el gallo pinto :( En mi próxima vida quiero ser como vos.

PD: no puedo cantar pero canto igual! A mi hijo le encanta que le cante cualquier cosa con voz de Barney :)

gamar dijo...

Muy buena historia.
Pero digo yo. Si la voz es buena y gastas el bajo, cualquier banda te lleva.
Un abrazo

El gato vagabundo dijo...

Natalia: Si... una vez cada tanto.

Anonimo: Esa fué la causa principal. Y es verdad lo que dice usted sister. Vi a uno hace poco...

Flaco: Lo que quiera. En cuestión de cantos...

Viejex: Tal vez en el momento si. Que se yo. Si me hubiera quedado ahi, hubiera avanzado en otra direccion y no en esta.

Mona: ¡No sabe lo que pesaba el bajo!¡Mire si encima le sumaba el peso de una expulsión!

Rocío: Soy un bajero de lo mas bajero que puede haber. Ahora, decime una cosa... ¿acaso hay publico mas importante que tu hijo?. Yo le canto al mío canciones que lo hacen reir desde que era asi de chiquitito. Así que ya me consagré como artista.

Gamar: Si. El tema es querer. Cuando Estaba en el mejor momento, conseguí laburo (el que tengo hoy) y me dediqué a medias a la música. Y uno crece y las exigencias son otras... hoy despunto el vicio cada tanto en casa, cuando me quedo solo.

Lulú dijo...

Cosas que pasan, qué se le va a hacer? Pero por lo menos hubo un día que sonaron bien y vos lo sabes, con eso alcanza ;)